Desde Cohabitar Urbano trabajamos desde el año 2013 con la asociación civil Tirando Paredes en la integración de jovenes con síndrome de down formando parte del equipo de voluntarios de Open House Buenos Aires.
"Los primeros años les avisábamos previamente a los voluntarios que iban a estar en el equipo con alguien con síndrome de down, y les pedíamos especial atención. Desde el año pasado nos dimos cuenta que no hacía falta anticiparnos a esos posibles conflictos, y que naturalmente los equipos de voluntarios se integraban sin nadie como intermediario. Esto fue una enseñanza para nosotros mismos quienes cada año vamos aprendiendo las capacidades que ellos pueden desarrollar, y esto que vamos aprendiendo lo queremos transmitir a todos los participantes de Open House"
Es uno de nuestros objetivos que los visitantes y el resto de los voluntarios descubran las capacidades de desarrollar ciertas tareas que tienen los chicos. Ver como pueden cumplir con los roles y tareas asignadas ayuda a romper ciertos prejuicios que existen con respecto a las aptitudes de una persona con síndrome de down.
Por otro lado junto a los coordinadores de “Tirando Paredes” intentamos que los chicos desarrollen capacidades para desempeñar distintas tareas, enfrentando a público general. Creemos que esto puede ayudarlos a aprender a desenvolverse en ciertos ámbitos en relación al público, pero también los ayuda a fortalecer la confianza para poder enfrentar la inserción laboral.
Este año Leandro Otero fue uno de los voluntarios con Síndrome de down que participó en el Teatro San Martín, y rescató que lo que mas le gustó fue “trabajar en equipo”.
Francisco Lanusse y Martín Finzi son los creadores de Tirando Paredes, y nos dieron su punto de vista sobre este vinculo con Open House Buenos Aires:
1-¿Porqué creen importante que un chico con síndrome de down participe como voluntario en un evento interactuando con la gente?
FL: Creo que es fundamental, muchas veces las barreras no están puestas en lo que las personas con discapacidad pueden o no hacer, sino que tienen que ver con los limites o impedimentos que se crean desde la sociedad. Con un poco de ganas, y adaptando mínimamente algunas cuestiones del contexto, creo que pueden aparecer miles de opciones para que cualquier persona pueda desarrollarse plenamente, creemos que Open House nos ayuda a lograr ésto.
MF: Pasar por esta experiencia es importante para cualquiera más allá del síndrome, porque se trata de algo cultural, social, laboral y un ámbito que reúna esto es por si saludable. Un pibe con síndrome tal vez no encuentre aún tantos espacios para su desarrollo así que es muy bueno que participen..
2- ¿Ven un progreso en el desenvolvimiento de los chicos desde el primer Open House hasta el último?
MF: Si, noto que la tienen cada vez más clara y no necesitan de nuestro apoyo. Se desenvuelven autónomamente y lo que más deseo en ellos es que encuentren un laburo que los motive y contribuya a su autovalimiento.
FL: Sin dudas. Hemos visto grandes logros en ellos, sobretodo en la confianza que fueron ganando, en el desarrollo de sus puntos fuertes y la concreción de esto en su tarea. El que es mas expresivo y conversador pudo explayarse y explicar algo del edificio que le tocó. El que es mas introvertido y quizás tienen mas dificultades con el habla, fortaleció sus aptitudes en implementar cierto orden, entregar puntillosamente los folletos a los visitantes, etc.
3 - ¿Creen que fue cambiando en los últimos años los prejuicios que antes se tenían sobre la aptitudes de los chicos?
MF: Es posible. A medida que uno se conecta con algo distinto va aprendiendo y mirando desde otros puntos de vista. Es una gran experiencia tanto para ellos como para todos los demás.
FL: No lo sé, sí pienso que en la medida que los jóvenes con síndrome se juntan con otros voluntarios vamos logrando este quiebre de prejuicios. Van viendo todo lo que pueden hacer y lo que les cuesta mas (como a todos los seres humanos) y de esta manera se pueden ir complementando y avanzando en el logro del objetivo.