Villa Soldati
Para entender el estado actual, tanto físico como social del conjunto habitacional Soldati es necesario conocer como fue el proceso de relocalización de la población en el conjunto. Este proceso comenzó en el año 1974 bajo el Plan Alborada y luego continuó en el año 1976 bajo el Plan de Erradicación de Villas de Emergencia (PEVE).
Las relocalizaciones en Soldati se produjeron en el marco de la dictadura, caracterizadas por la represión y por la desarticulación de todo tipo de organización social de las clases populares. Esta desarticulación comienza en los años previos al golpe con la instauración de las fuerzas paraestatales.
Las relocalizaciones en Soldati se produjeron en el marco de la dictadura, caracterizadas por la represión y por la desarticulación de todo tipo de organización social de las clases populares. Esta desarticulación comienza en los años previos al golpe con la instauración de las fuerzas paraestatales.
La existencia de villas miseria, a partir de la segunda mitad del siglo pasado se fue convirtiendo en “un problema a resolver” (sanción de la ley 16.601 de 1964 que establecía dar solución habitacional). Las respuestas estatales para solucionar el problema era la erradicación, entonces los sucesivos gobiernos (institucionales o de facto) intentaron la eliminación. Las organizaciones villeras continuaron su lucha más allá de la sanción de aquella primera Ley. Su principal demanda era poder quedarse viviendo en el lugar mejorando las condiciones habitacionales, sobre todo por cuestiones laborales.
Paralelamente al Plan Alborada del año 1973 se comenzaba a construir el conjunto Soldati (empresa constructora Soldati S.A., financiamiento del banco Hipotecario Nacional, predio 192774m2, 3200 viviendas/15000 personas. El conjunto está conformado por torres y edificios bajos articulados con puentes y pasillos comunes pintados de diferentes colores; todo esto para lograr una supuesta interacción vecinal, predominando lo colectivo frente a lo individual). Se decidió ubicarlo en la zona sur por el precio del suelo y por consiguiente, el precio de la obra. No existían criterios normativos, entonces las decisiones quedaban en manos de las empresas constructoras. La zona sur de la ciudad, a partir de este conjunto, quedó como destinada para vivienda social y no para otros usos.
En 1977 la Ordenanza 33.652 disponía que la Comisión Municipal de la Vivienda se convirtiera en el organismo idóneo para ejecutar el PEVE. Las acciones consistían en: a) marcación de las casillas destinadas a ser quemadas, b) desaliento a continuar habitando la villa, c) Prohibición de instalación de nuevas familias en la villa, d) Traslados hacia nuevos complejos, e) Retorno a su provincia natal, f) demolición inmediata. Hacia el fin del período de la dictadura se habían erradicado 200000 personas de las villas que existían en la ciudad. Las relocalizaciones en Soldati se volvieron aún más violentas en el período dictatorial.
Las primeras relocalizaciones de la villa 31 a Soldati comenzaron en 1974 y fueron 369 familias, el edificio aún no estaba terminado. En 1975 se relocalizaron familias provenientes de la villa del Bajo Belgrano. Los primeros edificios habitados fueron los llamados sectores bajos (hasta tres pisos distribuidos en tiras). Los futuros adjudicatarios no tenían la posibilidad de elegir la ubicación de su vivienda, las adjudicaciones eran por sorteo, te podía tocar Soldati o el Barrio Presbítero Mugica (Fuerte Apache). Los oficiales del Ejército eran los encargados de mudar a la población, con una fuerte impronta autoritaria: no se pactaba con los vecinos la fecha de los traslados, las pertenencias de las familias se colocaban en los camiones sin ningún tipo de cuidado, el trato a la gente trasladada era despectivo y discriminatorio; las familias eran ubicadas en el conjunto sin respectar las proximidades que tenían en sus lugares de origen, con lo cual se rompían las relaciones vecinales de proximidad. Luego de la relocalización de las familias, sus casillas eran demolidas con las máquinas topadoras, no hace falta decir el peso simbólico que esto generaba.
Con el PEVE llegó gente que había sido afectada por la traza de la avenida 9 de julio y en menor medida de otras villas o barrios que habían sufrido algún tipo de emergencia habitacional. También comenzaba la etapa de entrega discrecional de viviendas.
Las características de este tipo de relocalización afectan la vida de las comunidades relocalizadas:
• “desestructuración y atomización de las redes sociales de ayuda mutua” : “pérdida del flujo de bienes y servicios que les permitía a los villeros afrontar la vida en el mundo urbano”
• la marca imborrable de la agresión sufrida por todos.
• “El desarraigo masivo e involuntario altera los parámetros básicos en que se basan las estrategias adaptativas de una comunidad o grupo humano”. Algunos trabajos antropológicos hablan de stress multidimensional de relocalización (involucra componentes fisiológicos, psicológicos y socioculturales)
Soldati hoy (deterioro físico y ambiental, falta de infraestructura urbana, elevados niveles de violencia urbana y falta de mantenimiento de espacios comunes)
• “desestructuración y atomización de las redes sociales de ayuda mutua” : “pérdida del flujo de bienes y servicios que les permitía a los villeros afrontar la vida en el mundo urbano”
• la marca imborrable de la agresión sufrida por todos.
• “El desarraigo masivo e involuntario altera los parámetros básicos en que se basan las estrategias adaptativas de una comunidad o grupo humano”. Algunos trabajos antropológicos hablan de stress multidimensional de relocalización (involucra componentes fisiológicos, psicológicos y socioculturales)
Soldati hoy (deterioro físico y ambiental, falta de infraestructura urbana, elevados niveles de violencia urbana y falta de mantenimiento de espacios comunes)
• La relocalización, en este caso, significó el desplazamiento del centro de la ciudad a la zona sur caracterizada por falta de infraestructura urbana, y por el registro de los mayores niveles de concentración de pobreza, acentuándose la segregación socio-espacial y la desigualdad.
• En el año 2000 se sanciona la Ley 623 por la cual el conjunto se declara “en emergencia edilicia y ambiental”
• Los vecinos describen a los que no quieren entrar en el conjunto: ambulancias, taxis, personal de empresas de servicios, empleados municipales, que argumentan que fueron asaltados.
• Cuando los jóvenes salen a buscar trabajo ocultan que habitan en Soldati.
• Relaciones vecinales conflictivas relacionadas con el tipo de espacialidad producida en Soldati.
• Los habitantes son grupos sociales que fueron desplazados, relocalizados, estigmatizados por su condición de ex villeros. Son personas que se sienten depositadas en el conjunto habitacional.
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